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6 de marzo de 2024

Hospital de La Serena logra autonomía para operar a recién nacidos con anomalía en su esófago

El establecimiento de salud pública ya puede resolver en sus pabellones sin apoyo externo la atresia esofágica, un defecto de nacimiento en el que parte del esófago del bebé no se desarrolla adecuadamente. Con este avance, se maneja oportunamente en la región esta patología que requiere ser intervenida en los primeros días de vida del bebé. 

La rapidez en salud marca una diferencia vital. Así le ocurrió a Sofía, quien con solo 2 días de vida pudo ser operada en el Hospital de La Serena al detectarle luego de nacida una anomalía en su esófago. ¿La señal? Una excesiva salivación que de no actuar dentro de 72 horas arriesgaba asfixia. La patología se denomina atresia esofágica que afecta a 1 de cada 5 mil recién nacidos.  Hoy, después de 5 años de entrenamiento operando con la colaboración de un especialista del Hospital Dr. Exequiel González Cortés, el equipo de cirugía pediátrica del hospital serenense ha alcanzado la experiencia y autonomía resolutiva para intervenir quirúrgicamente.

“Los avances así de significativos toman tiempo. Anteriormente pensar en la resolución de un paciente con atresia esofágica, no era real acá. Esos pacientes solían ser derivados a un hospital de referencia. Eso significaba trasladar a la familia y retrasar el tratamiento de estos pacientes que muchas veces se pueden complicar en la espera, ya que esta cirugía debe ser realizada a los pocos días de vida”, enfatiza el doctor Alberto Torres, cirujano pediátrico del Hospital de La Serena.

El doctor Torres explica que la atresia esofágica “es una malformación congénita que hace que el esófago (tubo que conecta la boca con el estómago) nazca incompleto. El paciente no puede deglutir su saliva, por lo tanto, empieza a devolverla y puede ahogarse pudiendo tener un daño pulmonar. La mortalidad de estos niños sin una operación es del 100%, por eso la recomendación es operar en las primeras 48 o 72 horas de vida”.

Jasiel Hurtado (18), la joven madre de Sofía, relata que desde que se detectó la anomalía de su primera hija a las pocas horas de nacer, el equipo médico actuó rápidamente. “Todo el personal del hospital fue muy amable y se nota su compromiso con los pacientes. Desde el primer día sentí que eran buenos profesionales y que iban a estar atentos a cada necesidad”, aseguró.

HOSPITAL MÁS RESOLUTIVO

Fernando Carvajal, jefe de la Unidad de Paciente Crítico Neonatal (UPCN) del Hospital de La Serena destaca que se han ido potenciando para ser cada vez más resolutivos. “Una de las patologías que estábamos obligados a trasladar era la atresia esofágica. Gracias al trabajo coordinado entre el equipo de cirugía y nuestro equipo de médicos de la UCI se ha logrado establecer un protocolo que permite que paulatinamente esta intervención se realice aquí y ahora ya llevamos dos casos en que ha sido el equipo del hospital el que ha podido resolver de manera autónoma esta situación”.

El médico informa que en un periodo de 5 años se ha podido operar en La Serena a 10 pacientes, porque trasladar a Santiago a un paciente con esta patología “puede traducirse en aumentar el riesgo y también tiene un impacto emocional y económico para su madre y/o padre, por lo tanto, la posibilidad de que esto se haga aquí tiene un beneficio importante sobre los niños y sus familias”.

ACOMPAÑAMIENTO POST-OPERATORIO 

El médico jefe de la UPCN explica que luego de la intervención quirúrgica continúa un proceso de seguimiento para poder vigilar la evolución. “Tenemos un enfoque de atención multiprofesional que permite tener una visión mucho más integral de los pacientes. En el equipo multidisciplinario participan neonatólogos, cirujanos infantiles, enfermeras, kinesiólogos, fonoaudiólogos, nutricionistas, TENS, psicólogos, asistentes sociales”, detalla.

Claudia Muñoz, enfermera supervisora de la UPCN, informa que hoy ya con casi 1 mes de edad “esta guagüita ha evolucionado bastante bien y rápido después de la cirugía. Lo que queda es hacer el proceso de rehabilitación en cuanto a su alimentación”, ya que los recién nacidos no alcanzan a amamantar a causa de la anomalía en su esófago y en el caso de la pequeña Sofía recién pudo recibir leche materna después de la operación.  

Si bien la atresia esofágica es una patología poco frecuente de difícil sospecha durante la gestación, la enfermera aconseja que las madres de recién nacidos pueden estar atentas a algunas señales. “En general estos casos se detectan rápidamente después del nacimiento, porque es un niño(a) aparentemente sano, pero con sialorrea, es decir saliva excesivamente y eso hace que se ahogue y eso se manifiesta con cianosis, es decir coloración amoratada del rostro, o se le altera la respiración, por eso si una mamá percibe eso debe pedir examinar al bebé”.