
Especialistas en cirugía robótica del Hospital de La Serena son pioneros en el norte del país
A la fecha, se han llevado a cabo más de seis millones de procedimientos en todo el mundo utilizando sistemas robóticos; es más, en los países desarrollados, más del 80% de las prostatectomías, una de las cirugías más frecuentes en urología que permite extraer parte o toda la glándula prostática, se realizan hoy en día con asistencia robótica. La OMS reconoce a esta tecnología como un potencial para mejorar la precisión, calidad y seguridad de los procedimientos.
En el Hospital de La Serena, desde hace algunos años, se han estado preparando para acercar la cirugía mínimamente invasiva con asistencia de un robot a la realidad local, lo cual se concretó en mayo de este año gracias a un plan que contempló la realización de 23 cirugías robotizadas como parte de un proceso de prueba del equipamiento, marcando un hito para la salud pública del norte de Chile. Esto fue posible, en gran medida, por el permanente y riguroso trabajo que ha realizado el equipo de cirujanos robóticos certificados con los que cuenta el recinto serenense, por ello, quisimos conocer la experiencia acumulada de los médicos urólogos: Alexander Andrusco, Álvaro Vera y Rodrigo Valenzuela, quienes elevan el potencial del establecimiento serenense a fin de redefinir el estándar de atención quirúrgica del futuro regional y del norte del país.
Aunque es algo común en países como Estados Unidos, Francia y España, la cirugía robótica en Chile está en proceso de consolidación desde sus inicios en el año 2007 cuando arribó el Robot Da Vinci a la Clínica Las Condes, mientras que, en regiones hasta la fecha, sólo está presente en Concepción en el sector privado.

Los tres especialistas certificados que están liderando el proyecto que busca implementar un Centro de Cirugía Robótica en el Hospital de La Serena, cuentan con una sólida formación tanto internacional como nacional. El doctor Andrusco, quien es jefe de la Unidad de Urología del recinto serenense, realizó su fellowship (un programa de formación de posgrado para especialistas que desean profundizar conocimientos en un área específica para adquirir habilidades más avanzadas en ciertas técnicas) en el Strong Memorial Hospital de la Universidad de Rochester en Nueva York, entre los años 2014 y 2015, a lo que también se sumó su experiencia en el Hospital DIPRECA y en la Clínica Indisa.
“Mi principal motivación fue poder ofrecer la mejor técnica mínimamente invasiva a mis pacientes. Y cuando trabajas en un hospital público, eso significa brindar lo mejor de manera gratuita para quien lo requiera”, explicó con entusiasmo el urólogo especialista en robótica, Alexander Andrusco.

A su vez, el doctor Rodrigo Valenzuela, experto en uro-oncología, se adentró en el mundo de la cirugía robótica durante su formación en la especialidad en el año 2018. Desde entonces, ha completado un proceso de formación que incluyó un fellowship en la Pontificia Universidad Católica de Chile en el año 2021, y más recientemente, una subespecialización en cirugía robótica en el renombrado Hospital Clínic de Barcelona en 2023. “Sin duda, estamos seguros que esta técnica quirúrgica ha demostrado ser la mejor opción para nuestros pacientes, porque ofrece beneficios tanto clínicos, logísticos y como también costo efectivos”, comenta.

Por su parte, la experiencia del doctor Álvaro Vera ha sido fundamental para su desarrollo con una visión innovadora desde el año 2015, tras realizar una pasantía en la Clínica Las Condes y en 2016 su formación en el Hospital Dipreca, campo clínico de la Universidad de Chile. A eso se suma en 2024, su especialización como cirujano de consola robótica en el prestigioso Hospital Nueve de Julio de Sao Paulo, Brasil. Afirma sentirse orgulloso al indicar que “ser pioneros significan palabras mayores y de gran responsabilidad, porque es el resultado de años de esfuerzo y trabajo constante con compromiso y dedicación”.
En Chile, el acceso a esta tecnología ha sido lento estando presente sólo centros privados y universitarios en Santiago. Sin embargo, durante mayo recién pasado, el Hospital de La Serena se convirtió en el primer recinto del norte en realizar las primeras intervenciones quirúrgicas asistidas por un robot, debido a que contó con la presencia del moderno equipo Toumai, en modalidad de demostración, aportando a la recuperación de la salud de una veintena de pacientes que se vieron beneficiados durante ese periodo.
MÁS ALLÁ DE LA TECNOLOGÍA: BENEFICIOS CLÍNICOS Y HUMANOS
La cirugía robótica permite llevar a cabo intervenciones mínimamente invasivas con una precisión que supera a la de la cirugía laparoscópica convencional. Esto se traduce en una serie de beneficios clínicos para los pacientes: incisiones más pequeñas, menos sangrado, reducción del dolor postoperatorio, menos complicaciones y una recuperación más rápida.
“El impacto es directo, mejor y más rápida recuperación, menor necesidad de transfusiones, y mejores resultados funcionales y oncológicos a largo plazo”, explica el doctor Andrusco. Asimismo, el doctor Valenzuela añade que esta tecnología permite realizar procedimientos altamente complejos como prostatectomías, nefrectomías, cistectomías y pieloplastías, que, hasta el momento, sólo están disponibles en centros privados o de alta complejidad en Santiago.
Además, los beneficios no se limitan sólo a los pacientes. Frente a la realidad que presenta la Región de Coquimbo, con el índice de camas de hospitalización más bajo del país, “estas técnicas, al ser menos agotadoras para el cirujano, permiten efectuar más procedimientos por jornada y se reducen los días de hospitalización, todos los pacientes puedan ser resueltos quirúrgicamente más oportunamente”, agrega el urólogo Vera; tanto así, que en menos de 24 horas la persona ya puede estar de vuelta en su hogar.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES

A nivel global, la cirugía robótica se ha convertido en una herramienta esencial en diversas especialidades las cuales iniciaron en la urología, pero actualmente también se ha ampliado a los ámbitos de la ginecología, cirugía general y digestiva, torácica, cabeza y cuello y colorectal, entre otras.
“El desarrollo del centro de cirugía robótica en el hospital podría transformar nuestra institución y el futuro de las operaciones, convirtiéndonos en un referente de innovación, excelencia y complejidad dentro del país”, afirma el doctor Alexander Andrusco. Para lograrlo, subraya la necesidad del apoyo de las autoridades regionales y nacionales, e incluso en asociaciones público-privadas.
“Esto ya no es el futuro: es una realidad presente y palpable”, concluye el doctor Valenzuela. “Tener un robot quirúrgico es un atractivo incalculable para atraer a nuevos profesionales y desarrollar especialidades de alta complejidad en regiones y sector público. Se trata de una motivación para seguir creciendo”, concluye el urólogo Vera.
A la fecha, en el Hospital de La Serena se ha comenzado a vivir una verdadera revolución tras la experiencia robótica, lo cual ha impulsado a otros especialistas a comenzar su formación y especialización en prestigiosos centros internacionales y nacionales. Es por ello que han comenzado su entrenamiento médicos cirujanos, personal de enfermería, anestesistas, personal de arsenalería y TENS, lo que tiene con una alta motivación y compromiso al equipo de salud serenense.
El proyecto sigue en proceso de desarrollo y se espera avanzar en el mediano plazo para que siga su camino de revisiones en MINSAL y MIDESO, que, de ser favorable, podría obtener la pertinencia técnica y ser candidato para buscar financiamiento ya sea sectorial, regional o de otro tipo de fondos.