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1 de junio de 2020

¿Los fumadores tienen mayor riesgo de enfermar de COVID-19?

FUENTE: Sermi de Salud Coquimbo.

Desde la Seremi de Salud llamaron a tomar conciencia sobre las consecuencias de su consumo.

Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus países asociados conmemoran el “Día Mundial Sin Tabaco”, con el objetivo de concientizar a la población sobre los nocivos y letales efectos de su consumo. Se calcula que en nuestro país, cada día, mueren 54 personas por causa del tabaquismo.

FUENTE: Servicio de Salud Coquimbo.

“El humo del tabaco deteriora varios mecanismos de defensa del aparato respiratorio, favoreciendo la aparición de muchas enfermedades respiratorias, sobre todo, las producidas por bacterias y virus”, explicó el Seremi de Salud, Alejandro García.

En tiempos de la pandemia del COVID-19, la pregunta al respecto es si los fumadores tienen efectivamente mayor riesgo de enfermar por esta patología.

“Las enfermedades que incrementan la necesidad de oxigeno o reducen la capacidad del cuerpo para darle a este un uso adecuado, conllevan un mayor riesgo de sufrir enfermedades pulmonares graves. Por lo anterior, es esperable que los fumadores tengan una mayor susceptibilidad a infectarse con nuevos virus o padecer la enfermedad con mayor severidad”, advirtió el seremi.

La Autoridad Sanitaria además indicó que el acto de fumar o “vapear” provoca que en forma repetida, las personas se acerquen los dedos a la boca, aumentando la posibilidad de entrada del virus a través de ella, en caso de estar los cigarrillos o dispositivos contaminados con COVID-19. Tanto los cigarrillos tradicionales, dispositivos electrónicos o cigarrillos de marihuana pueden transportar el virus de una persona a otra.

“Dejar de fumar es siempre la mejor decisión y puede ser en estos momentos particularmente importante, para evitar las complicaciones”, agregó García.

Dejar el tabaco tiene un impacto positivo casi inmediato en la función pulmonar y cardiovascular, mejorando la capacidad de los pacientes para responder a la infección y reducir el riesgo de muerte por esta enfermedad, dado que las personas que poseen factores de riesgo cardiovasculares, como hipertensión, diabetes, obesidad y tabaquismo tienen peores resultados de salud y mayor necesidad de cuidados críticos intensivos.